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jueves, 1 de marzo de 2012

España, azul Cesc-leste


Por quinta vez en su historia, la selección española lució anoche una camiseta de color azul celeste. Y como en las anteriores ocasiones, tampoco perdió. Colgó por un día en el ropero el rojo de la roja para vestirse de forma más cálida. No fue, por cierto, la única que en la jornada de ayer varió de atuendo. Alemania vistió de verde y Francia de blanco. Para algunos, para tirarse de los pelos; para otros, como en el caso de España, un guiño al nuevo rumbo político del país, por aquello de la coincidencia de colores con el PP.
Lo cierto es que el azul celeste sienta tan bien como el rojo de toda la vida. Dicen los entendidos que este color es sinónimo de generosidad, entendimiento y tranquilidad. Casualidad o no, lo cierto es que estas palabras sirven perfectamente para definir a la selección de Del Bosque. Es un equipo generoso en su esfuerzo y el lema 'uno para todos y todos para uno' es norma común entre ellos. Como si fueran futbolistas del mismo club, se entienden de maravilla. Una mirada o un gesto, es más que suficiente. Y qué tranquilizador es verlos jugar, saber que en cualquier momento pueden decantar un partido a su favor.
Ayer, en un estadio de La Rosaleda que no se acabó de llenar para presenciar el partido 600 de la selección española desde su debut en 1920, faltaban a la cita 'clásicos' como Fernando Torres o Villa, mientras Puyol y Xavi se quedaron inicialmente en el banquillo. Preocupaba la ausencia del último, del director de orquesta, pero ahí apareció para llevar la batuta con el '10' a la espalda Cesc Fàbregas, que logró quitarse la etiqueta que le perseguía, la que apuntaba que en la selección nunca rendía como en el Barça. Pues se quitó la losa de encima. Los dos primeros goles fueron a pases suyos. Se acompañó de otros dos tenores del balón como David Silva e Iniesta y entre los tres desarbolaron al centro del campo venezolano. No hay nada como sentirte en casa y estar rodeado de los tuyos para rendir al máximo.
Cesc dirigió, Silva maravilló, Iniesta desbordó, Soldado tri-goleó, Jordi Alba se asentó, Muniaín debutó con sólo 18 años... Hasta Casillas, ayer un espectador, igualó el récord mundial de Van der Sar (72 partidos sin encajar un gol en la selección). Sólo para la vinotinto y para el expulsado Amorebieta hubo tormenta en una noche de color azul celeste.
Del Bosque da la titularidad a Cesc por Xavi; Amorebieta titular en Venezuela

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