Los periodistas se suelen quejar de que los futbolistas del Barça hablan poco. Luego, cuando lo hacen, les critican. Entonces ocurre lo lógico, les dejan de hablar. Sin embargo, como todo en la vida, hay futbolistas y futbolistas. Los hay que hablan porque les obliga el club, sus asesores o sus amigos y los hay que conceden entrevistas porque tienen algo que contar. Cesc Fàbregas es uno de esos jugadores que pertenecen al segundo grupo. Un tipo con una personalidad propia, forjada a base de experiencia y, lo más importante, un jugador de fútbol cargado de sentido común. Un chaval que dejó el Barça siendo un crío y que supo sobreponerse a la dura vida de Londres. Años después luchó por volver a su casa, al Barça. Ayer, en la entrevista que concedió al periodista Jordi Gil, Cesc volvió a demostrar que su cabeza funciona tan bien como sus piernas. Cesc demostró ser un luchador y que sabe que jugar en el Barça es muy complicado. Explicó también que es consciente de que tiene gente en contra. Quizá si hubiera fichado por el Madrid eso no le habría ocurrido... No obstante, lo más importante de todo es que conoce lo que ocurre en el entorno y es el primero en percatarse cuando juega mal. Puede que ahora desde Madrid alguien le crucifique por hablar claro, pero los culés siempre se lo agradecerán. Ayer, a la web de SPORT llegaron multitud de muestras de apoyo. La gente del Barça agradece que los suyos hablen claro. Además, la mayoría quiere que se retire en el Barça. Si lo piensan es porque están seguros de que acabará triunfando en el Barça.
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