La visible cojera de Alexis en el regreso a Barcelona y la mirada huidiza de un cabizbajo Cesc Fàbregas son las dos secuelas principales que dejó el palo que se llevó el Barça en la ida de la semifinal de la Liga de Campeones ante el Chelsea en Stamford Bridge (1-0). Y también son las posibles ramificaciones de la derrota que puedan afectar al equipo de Pep Guardiola en el clásico del Camp Nou ante el Madrid.
Pese a tratarse de la primera derrota después de catorce victorias y un empate, no debería pasar demasiada factura psicológicamente al equipo azulgrana. El Barça fue muy superior al Chelsea, pero pagó su falta de puntería en la definición, con dos postes y una decena de oportunidades claras en contraste con el cien por cien de efectividad del conjunto inglés, pues Drogba marcó en el único disparo entre palos de los 'blues' durante los 90 minutos. Es más. A la escuadra azulgrana incluso le puede servir de aviso de cara al Madrid para tener más fe en el remate mientras aparca la vuelta ante el Chelsea. En juego está la Liga, la posibilidad de colocarse a un punto del liderato.
Además, la inminencia del clásico impide que los jugadores tengan tiempo de plantearse dudas. El Barça aterrizó este jueves al mediodía en el aeropuerto de El Prat, se entrenó suavemente en el Camp Nou hacia las 14.00 horas y este viernes volverá a hacerlo a las 18.00 horas. Solo una sesión de verdad, porque Guardiola ha tenido un día menos que Mourinho (el Madrid jugó el martes) para preparar el pulso. Y volverá a tener menos tiempo para plantear su semifinal (el próximo martes) que el Madrid la suya (el miércoles). Si hubiese sido al revés, no cuesta mucho imaginar las quejas de Mourinho por un calendario 'diabólicamente' diseñado contra él. Ya sucedió la pasada temporada. En el entorno azulgrana se da por bueno tener menos descanso con tal de ahorrarse el cansino llanto del portugués.
Los dos fichajes pierden fuelle
Pero lo que sí puede condicionar a Guardiola es ese golpe en el muslo que impide a Alexis andar con normalidad (Terry le dio la bienvenida a Stamford Bridge con oficio en los primeros minutos del partido) y el momento anímico que atraviesa Cesc, diana de las críticas de los aficionados no solo por las tres ocasiones que desperdició, sino por una lentitud en el juego que arrastra desde hace meses. Incluso Guardiola retrasó su cambio todo lo que pudo para no señalarle, pero al final le sustituyó. Ciertamente, los dos fichajes de la temporada que comenzaron como cohetes han ido perdiendo fuelle hasta el punto de que tampoco sería un drama que por un motivo u otro no jugaran ante el Madrid. Alexis está cerrando las puertas a un jugador decisivo en las dos últimas campañas como Pedro y la 'obligación' de meter con calzador a Cesc en la media está desplazando a Iniesta al falso extremo zurdo, donde tiene menos incidencia en el juego.
Este jueves no hubo rueda de prensa tras la suave sesión, pero sí una comida conjunta en el Camp Nou que sirvió para desconectar de Europa y hacer piña para la Liga. Y el club, para animar a la afición que llenará el Camp Nou, ha preparado un mosaico gigantesco con más de 90.000 cartulinas que se levantará cuando los dos equipos salgan al terreno de juego. El lema 'Som i serem' ('Somos y seremos') se podrá leer en la zona lateral del estadio, bajo un fondo azulgrana, mientras que en los goles primará la 'senyera'. El club azulgrana quiere que el Camp Nou brille en un partido que tendrá una audiencia global en torno a los 400 millones de personas. Además, todos los aficionados que asistan al clásico también encontrarán en sus asientos un ejemplar del cuento 'La samarreta màgica' ('La camiseta mágica'), escrito por Víctor Panicello. Aprovechando la proximidad de la diada de Sant Jordi, esta iniciativa pretende fomentar la lectura en catalán, especialmente entre los más jóvenes, y sensibilizar sobre la situación que viven los niños enfermos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario