Entrevista a Fàbregas por El Pèriódico de Catalunya

-Esta temporada ha sido agitada. ¿Más de lo que creía que sería, sabiendo cómo es el Barça?
-Ha sido un poco rara, sí: la lesión de Villa, la de Alexis nada más llegar, la de Ibi [Afellay], la de Fontàs, la enfermedad de Abidal, que afectó mucho al vestuario, la de Tito. Cosas de una envergadura de narices. Pero esto es el Barça y tienes que aguantar todo lo que venga, como futbolista y como equipo. Hubo un par de meses que apenas éramos 12 jugadores y aguantamos a tope. De eso se trata: darlo todo por el fútbol, por el Barça. Me encanta la exigencia que genera el club. Es lo que necesitaba.
-¿Qué pensó cuando Guardiola anunció que se iba?
-Lo temíamos. Ha sido una noticia muy complicada porque esperábamos que siguiera un año más. Pero tenemos que respetar su decisión. Lo que ha hecho es de otro mundo. El desgaste que ha sufrido preparando un partido cada tres días, con tantas ruedas de prensa, luchando contra todo, mirando tantos vídeos, con la entrega de tantas horas… es una autoexigencia brutal. El Barça supera a cualquier club en todos los aspectos imaginables. Algún entrenador no lo entendía, pero llevar esta carga de responsabilidad, la del club y la que se ha impuesto él mismo, es muy duro.
-¿La depresión de su marcha ha quedado atenuada con el nombramiento de Tito Vilanova?-Le tuve de entrenador en el cadete. Han pasado muchos años, pero tengo un buen recuerdo de él. Es una persona excelente, con mucho más carácter de lo que la gente piensa. No sé cómo se mostrará externamente, pero dentro exigirá mucho, que es lo que necesitamos. Nos exigirá que amemos el futbol y lo demos todo, todo el año.
-¿Son conscientes los jugadores que deberán arropar a Tito?-Evidentemente, debemos ayudarle, es importantísimo. A Pep todo el mundo lo conocía, sabía cómo era, qué hacer, y no porque venga Tito podremos ir al gimnasio con el móvil o salir a cenar fuera cada noche. No se pueden permitir tonterías como esas en las que, sin darte cuenta, vas bajando el pistón. No lo haremos. Seguro que Tito ya se encargará de impedirlo. La disciplina debería ser la misma.
-Usted es uno de jugadores clave para el futuro. Como Piqué, Messi…-Eso espero. Trabajaré para ello. Cuantas más responsabilidades y más deberes tenga, mejor, es lo que me gusta. Tengo 25 años y todo el mundo dice que empieza la mejor etapa de un jugador. Espero que así sea y que futbolísticamente llegue a mi máximo nivel dentro de poco.
-La generación del 87, más Busquets, Pedro…-Es muy bueno para el Barça que haya gente tan joven. Significa que este equipo tiene un recorrido muy largo. Todos llevan cuatro años a un nivel bestial. Desde fuera, todo el mundo ha observado con admiración lo que han hecho cada tres días.
-¿Por ganar o por cómo ganaban?-Las dos cosas. En Inglaterra, el día del Iniestazo, los comentaristas de la tele hablaban de aburrimiento, de que el Barça solo se la pasaba. Pero era el primer año de Guardiola y aquel día el equipo no estuvo fino. Tres años después, el Barça le metió tres al Manchester en la final de Wembley. En Inglaterra se juega un fútbol distinto y la mentalidad es diferente. Por eso me cuesta, porque estoy impregnado de aquel estilo, de ir siempre adelante, cuando en el Barça es avanzar tocando y tocando. Las piernas me dicen que hacia delante, pero hay que saber gestionar los tiempos.
-¿El ciclo no se ha acabado?-Ni mucho menos. Menos de lo que la gente piensa. Lo de este año nos ha quedado clavado. Acostumbrados a ganar, porque además hemos ganado incluso un Mundial, esta temporada nos recuerda que en el fútbol no todo es gloria, que hay que superarse porque si pierdes no tienes argumentos para justificarte. Tenemos que reconvertir la experiencia negativa en algo positivo que nos haga estar a tope otra vez.