Con la marcha de éste a Nueva York para recuperarse de su enfermedad el pasado mes de enero, Cesc se ha ido diluyendo poco a poco. Con Roura en el banquillo, ha jugado 13 de los 17 partidos que el segundo de Tito ha dirigido hasta el momento (833 minutos) en los que tan solo ha conseguido marcar dos tantos.
Es por ello que Vilanova, que mañana llega a Barcelona y dirigirá su primer entrenamiento (18:00), se ha fijado como objetivo recuperar la mejor versión del cuatro azulgrana para lograr acallar el runrún que genera últimamente su juego en el Camp Nou. El propio Fàbregas reconoció semanas atrás que el público culé "tiene menos paciencia conmigo que con otros futbolistas y sé que con cada partido malo que hago retrocedo diez buenos que había hecho".